Óleo sobre lino, 26 x 100 cm
Dos conceptos de una misma mirada, que ahora se exponen en Artur Ramon. Uno representando, sólido y al tiempo vaporoso, formado por los dibujos realizados con grafito sobre papel (que forman parte de la columna vertebral de las obras que se exhibieron en junio de 2011 en Ginebra). El otro lo integran en su mayoría óleos de textura más fina y colorista. A partir de la representación del paisaje, se muestran la visión metafórica de un rastro, el resto de algo que ya no existe.